Esta semana, en el blog de Actium Consulting tratamos un concepto fundamental para quienes buscan una gestión eficiente de su patrimonio: las denominadas sociedades patrimoniales. En Actium sabemos por experiencia que comprender este tipo de entidades puede marcar la diferencia en la planificación fiscal y de los activos. En este artículo vamos a explicar con detalle qué es una sociedad patrimonial, sus requisitos y cómo crear una para gestionar mejor nuestro patrimonio.
Una sociedad o empresa patrimonial es una entidad jurídica que administra un conjunto de bienes y derechos. En otras palabras, gestiona el patrimonio de sus socios o accionistas. Por ende, es muy útil para poseedores de inmuebles, inversiones, derechos, etcétera, ya que su estructura permite separar la gestión de activos de actividades empresariales.
Al mismo tiempo, las sociedades patrimoniales adoptan diversas formas jurídicas: sociedades limitadas (S.L.), sociedades anónimas (S.A.) e incluso sociedades civiles. Pero, esencialmente, lo que las define es su objetivo fundamental: la gestión del patrimonio.
En el contexto de las familias, las sociedades patrimoniales familiares son comunes para gestionar el patrimonio conjuntamente. De esta forma, aportan ventajas como protección en disputas legales o simplicidad en las sucesiones intergeneracionales.
Cómo crear una sociedad patrimonial
Crear una sociedad patrimonial requiere una serie de pasos legales y administrativos. A continuación, detallamos el proceso:
- Define el tipo de sociedad. Primero determina qué tipo de empresa o sociedad se ajusta mejor a tus necesidades y objetivos. Las más frecuentes son la sociedad limitada (S.L.) y la sociedad anónima (S.A.).
- Elabora los estatutos sociales. Redacta los estatutos sociales, los cuales regirán el funcionamiento de tu empresa, recogiendo el objeto social, la denominación, el capital social, la forma de administración y otros puntos.
- Constituye la sociedad ante notario. En este acto, los socios o accionistas tienen que comparecer y aportar el capital social acordado.
- Inscribe la sociedad en el Registro Mercantil correspondiente al domicilio social. Es necesario para adquirir personalidad jurídica y comenzar a operar.
- Obtén el NIF y realiza los trámites fiscales. Por ejemplo, tras obtener el NIF, debes darte de alta en Hacienda y en la Seguridad Social.
¿Es muy caro crear una sociedad patrimonial?
Aparte, el coste de crear una empresa patrimonial depende de factores como el tipo de sociedad, el capital social, los honorarios del notario y los gastos de inscripción en el Registro Mercantil. Pero, como numerosas tasas e impuestos varían entre comunidades autónomas, es muy complejo dar un rango de precios general.
Requisitos para constituir una sociedad patrimonial
En línea con la creación, para constituir una sociedad patrimonial también es indispensable:
- Elegir un nombre único y que no esté ya registrado por otra empresa.
- Determinar el capital social inicial que los socios o accionistas aportarán, el cual puede componerse de aportaciones en efectivo, bienes o derechos.
- Redactar los estatutos sociales de acuerdo con la legislación vigente e incluyendo la razón social, la denominación de la sociedad, el capital social y la forma de administración.
- Recoger por escrito los órganos de gobierno y administración de la sociedad, como junta general de socios o accionistas, el órgano de administración (consejo de administración, administrador único, etc.) y, en su caso, el órgano de supervisión (auditoría, comisión de control, etc.).
- Fijar una sede social ubicada en España, ya sea un local o una dirección fiscal. Y todo ello, anotado, como hemos señalado, en el Registro Mercantil que te corresponda.
Estos son los requisitos fundamentales para garantizar la validez y legalidad de una SL patrimonial, lo que nos permitirá evitar problemas en el futuro.
Fiscalidad de las sociedades patrimoniales
En cuanto a la fiscalidad de las sociedades patrimoniales, también están sujetas a unas obligaciones y regímenes impositivos. Entre ellas, y a nivel nacional (ya que la fiscalidad también tiene carácter autonómico), destacan principalmente las siguientes:
- Están sujetas al Impuesto de Sociedades, que grava sus beneficios y varía según la normativa fiscal vigente.
- Deben cumplir con diversas declaraciones fiscales ante la Agencia Tributaria, como el modelo 202 o el modelo 347.
- Las rentas obtenidas, tanto mobiliarias como inmobiliarias, tienen un tratamiento fiscal específico, al igual que las pérdidas patrimoniales, que pueden compensarse con beneficios futuros.
De todas formas, como son aspectos complejos, el asesoramiento te ayudará a optimizar la carga impositiva y a cumplir con todas las obligaciones fiscales. De hecho, es el mejor consejo para evitar contingencias legales.
Tipos y ejemplos de sociedades patrimoniales
Por último, dado que existen diversos tipos, en función de los objetivos de cada caso, concluimos con cuatro clases y ejemplos reales de sociedades patrimoniales en España.
Sociedad de Inversión de Capital Variable (SICAV)
Las SICAV son sociedades anónimas que tienen como objeto exclusivo la adquisición, tenencia, disfrute y administración en general de valores mobiliarios y otros activos financieros. Estas sociedades se caracterizan por su flexibilidad en la inversión y por beneficios fiscales específicos, como una baja tributación sobre los beneficios.
Ejemplo Real: Una de las SICAV más conocidas en España es Torrenova de Inversiones SICAV, gestionada por Banca March. Esta SICAV ha sido una de las más grandes del país, invirtiendo en una variedad de activos financieros tanto nacionales como internacionales.
Sociedad Limitada de Actividades Patrimoniales (SLAP)
Las SLAP son sociedades limitadas cuya actividad principal es la gestión de bienes inmuebles y otros activos patrimoniales. Estas sociedades se utilizan comúnmente para administrar propiedades inmobiliarias, ofreciendo ventajas en la organización y protección del patrimonio familiar.
Ejemplo Real: Un ejemplo de SLAP es Inversiones Inmobiliarias Rentas y Capital SL, una empresa que se dedica a la compra, venta y alquiler de bienes inmuebles. Esta sociedad se enfoca en la gestión eficiente de propiedades para maximizar la rentabilidad de sus inversiones inmobiliarias.
Sociedad Anónima Patrimonial (SAP)
Las SAP son sociedades anónimas que se dedican exclusivamente a la gestión de un patrimonio familiar, incluyendo bienes inmuebles, valores mobiliarios y otros activos. Estas sociedades permiten una gestión más profesionalizada y estructurada del patrimonio, facilitando la sucesión y el control familiar.
Ejemplo Real: Un caso real es Grupo Inmobiliario Renta SA, una empresa que se dedica a la administración y gestión de un amplio portfolio de propiedades inmobiliarias. Esta sociedad anónima se encarga de la optimización del patrimonio inmobiliario de sus propietarios, ofreciendo una estructura robusta para la gestión de bienes.
Sociedad Cotizada de Inversión en el Mercado Inmobiliario (SOCIMI)
Las SOCIMI son sociedades anónimas que tienen como objeto la adquisición, promoción y rehabilitación de activos urbanos para su arrendamiento. Estas sociedades se benefician de un régimen fiscal especial que les permite tributar a un tipo reducido sobre los beneficios obtenidos, siempre que cumplan con ciertos requisitos legales, como la cotización en mercados regulados y la distribución de dividendos.
Ejemplo Real: Un ejemplo destacado es Merlin Properties SOCIMI, S.A., una de las principales SOCIMI en España. Merlin Properties se centra en la adquisición y gestión de activos inmobiliarios comerciales, incluyendo oficinas, centros comerciales y plataformas logísticas, con un enfoque en la generación de ingresos por alquiler.
Cada uno de estos tipos de sociedades patrimoniales ofrece diferentes ventajas y es adecuado para distintas necesidades de gestión patrimonial, ya sea para optimizar la inversión financiera, administrar propiedades inmobiliarias o estructurar el patrimonio familiar de manera eficiente.